Medidas contra el plagio universitario

VIGILANCIA

Distintas instituciones educativas del país han empezado a recurrir a diversas tecnologías para identificar este tipo de falta.

DIEGO SUAREZ BOSLEMAN:
No pasaron ni cuatro meses de comenzar el año y dos graves casos de supuesto plagio de material académico salieron a la luz: el del congresista Elard Melgar y el de flor luna victoria, ex jefa de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitario (SUNEDU). Los ejemplos abundan y demuestran que se trata de una problemática nacional. Por eso no es sorpresa que las universidades del país hayan comenzado a adquirir tecnología antiplagio.

La detección

Instituciones como la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y la Pontificia Universidad Católica del Perú (pucp) cuentan desde no hace mucho con el software Turnitin, una herramienta que detecta el porcentaje de similitudes de un trabajo al compararlo con una base de datos de millones de publicaciones.

Para Melissa Guevara, jefa de la Oficina de Propiedad Intelectual de la PUCP, este software no “solo sirve para identificar el plagio burdo-copiar exactamente fragmentos de otro trabajo sin ser citado-dentro de la tesis o ensayos finales, sino el plagio inteligente, aquel en el que se cambian las palabras, los signos de puntuación y el orden de los párrafos. Un trabajo similar es el que realiza el software Safe Assing de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), “esta tecnología demarca los párrafos y momentos donde se detectaron las coincidencias, y le permite al estudiante corregir el texto antes de enviarlo de forma definitiva al profesor”.

Para tener en cuenta

La UNMSM emplea un software llamado Citavi, el cual ayuda a gestionar la información dentro de una investigación, lo que reduce el riesgo de cometer errores de citados. Se considera plagio también cuando una investigación cuenta con un gran porcentaje de citas, aunque estén bien referenciadas. De acuerdo a Melisa Guevara, hay estándares que permiten solo un 20% o 25% de citas en un trabajo.

El poder humano

Pero hay que dejar claro que estos Sistemas identifican las coincidencias, ya que depende del evaluador y profesor determinar si se está frente a un caso de plagio. “Que tenga 20% de similitud no quiere decir que el alumno haya plagiado. A veces el software puede detectar un título que se repite en otros trabajos o frases comunes”, afirma Bassio. Guevara recuerda un caso en que el Turnitin mostró un porcentaje bajo de similitud en un trabajo, el cual le parecía conocido. Al buscar en libros impresos descubrió que si había plagio. “la destreza del docente para identificar cambios en el estilo del alumno y recordar antiguas investigaciones sigue siendo vital para combatir el plagio” afirma la experta.

Cambio de mentalidad

¿Por qué no somos originales en lo académico? Para Bossio, el alumno se ha acostumbrado a la cultura de copiar y pegar, o de citar autores sin dar un valorar crítico al trabajo. Es por eso que es necesario resolver este problema desde que ingresan a la universidad. Por su parte, Guevara opina que los estudiantes tienen temor de mostrar ideas propias, por lo que piensan que citando otras fuentes y parafraseando están haciendo un buen trabajo. “todavía se piensa que la enseñanza memorista, que todavía hay que mejorar, es la que genera altas calificaciones”, sostiene. Debemos buscar la opinión personal, el valor crítico, y eso pasa por el proceso reflexivo y la comprensión lectora, temas que en el país Todavía deben fortalecerse”, agrega.

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